sábado, 26 de julio de 2008

Quiénes somos, qué queremos y qué proponemos

El joven partido Encuentro por la Democracia y la Equidad surge como resultado de la caída de la credibilidad y la identidad que supuestamente guiaban el accionar de todos los partidos políticos tradicionales.
Anhelamos que la política vuelva a organizarse en torno a las ideas, la coherencia y la honestidad para que no haya diferencias entre lo que se dice, lo que se hace y lo que se piensa.
Es por eso que buscamos...
  • crear una sociedad equitativa y solidaria; una sociedad que viva en paz y en libertad, en la que nadie esté privado de derechos y en la que el Estado sea motor y garante de la ciudadanía plena de todos los que habitan este querido país. De edificar un país sin víctimas: sin víctimas de la pobreza, sin víctimas de la inseguridad, del desempleo, de la marginación… sin víctimas del clientelismo, de la discriminación, del abandono, de la mentira, de la injusticia, del olvido, del abuso, del engaño…
  • vivir en un país que no excluya, que brinde oportunidades; una verdadera democracia de protagonistas. Y para ello es indispensable el funcionamiento eficaz del Estado. A diferencia de ellos (los que utilizan la política para beneficio propio), nosotros creemos que el libre juego de los actores del mercado genera concentración de ingresos, marginación y pobreza; y que si el Estado no interviene como garante de la ciudadanía se abandona todo sueño de construir una sociedad que no excluya. Si el Estado escapa a su responsabilidad de compensar las desigualdades y redistribuir la riqueza, entonces la inequidad se multiplica y la injusticia crece. No estamos planteando una hipótesis; estamos recordando lo que ocurrió en este país y en Latinoamérica durante mucho tiempo, donde lo único que se derramó fue el hambre, la miseria y la violencia.
  • defender la existencia de un Municipio transparente, en el que los miembros de la comunidad debemos intervenir en la definición e implementación de las políticas públicas, como forma de garantizar una administración honesta y austera de los recursos comunes.
  • recuperar la política como herramienta de transformación estimulando fuerzas partidarias democráticas, transparentes, abiertas a la participación y al debate; cuyos dirigentes no sean los más habilidosos para trenzar acuerdos o conseguir cargos, sino los más capaces y los que mejor expresan esos principios, esos ideales, esas convicciones. De recuperar el valor del discurso político, porque la palabra de los dirigentes está absolutamente devaluada. Hoy en nombre de un mismo partido se dicen cosas totalmente distintas y en nombre de partidos distintos se dicen cosas similares. Lo que es aún peor: diputados, senadores, intendentes, funcionarios o dirigentes que ayer navegaban sobre la ola neoliberal hoy se vuelven profetas de la intervención estatal y se presentan como los enemigos más severos de lo que antes habían aplaudido. El pragmatismo parece ser la madre de la acción política; al menos de la acción política de quienes dicen ser los únicos capaces de gobernar.
  • generar el espacio democrático ideal para promover, organizar y conducir la búsqueda de esas transformaciones. De construir un país en el que la democracia sea la regla de juego de todos y no el mecanismo que algunos manipulan para obtener privilegios. De hacer una democracia que invite al protagonismo, a la participación, y no una democracia simulada, turbia, solapada, que aleja a los ciudadanos de la política, que desampara a los humildes y consagra los beneficios de los poderosos y los corruptos…
  • continuar en la búsqueda de la Verdad, la Justicia y la defensa irrestricta de todos los Derechos Humanos…
    Y es porque no debemos ni queremos abandonar a nuestros chicos, a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros enfermos, a nuestros trabajadores, a nuestros estudiantes, a nuestros hermanos latinoamericanos y a todos aquellos a los que el modelo de exclusión social y concentración de la riqueza se empeña en darles la espalda.


Sabemos, con el ejemplo del municipio de Morón, que la política no es lo que hicieron de ella: corrupta, sucia, engañosa, al beneficio de unos pocos. Sabemos que otra forma de hacer política es posible: aquella que trabaja por la transparencia, por la equidad, por la democracia participativa, por una sociedad con verdadera justicia social; donde la riqueza material, simbólica, cultural e intelectual sea un hecho para cada individuo y no sólo un anhelo. Sabemos que dicha transformación, como tal, no es imposible, pero sí difícil, pero es un paso que estamos dispuestos a dar como organización.

Desde EDE Merlo convocamos a todos los que tengan ganas de cambiar este país, e invitamos a comenzar desde lo doméstico, lo inmediato: nuestro querido Merlo.

5 comentarios:

Claudio dijo...

Muy buena la nota!!! entre todos y todas vamos a sumar a al Encuetro para cambiar Merlo!!!

Mariano Millán dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mariano Millán dijo...

Qué bueno que aún haya gente con ganas de trabajar por un país mejor a pesar de las dificultades que hemos atravesado los argentinos. Y como dijo algún poeta por ahí: para pintar el mundo de otro color, empezaré por pintar mi aldea. Yo le agrego: para cambiar el mundo, debemos trabajar para cambiar Merlo.

Tato dijo...

Está buenisimo el blog, felicito a los impulsores de esta iniciativa y sugiero a todos los que lo visiten que lo reenvien a sus contactos. Adelante.
Tato

Encuentro por la Democracia y la Equidad - Merlo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.